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Descripción

José Saramago, es uno de los escritores portugueses más conocidos y apreciados en el mundo entero. En España, a partir de la primera publicación de El año de la muerte de Ricardo Reis, en 1985, su trabajo literario recibió la mejor acogida de los lectores y de la crítica. Además del Premio Nobel de Literatura 1998, Saramago fue distinguido por su labor con numerosos galardones y doctorados honoris causa.

Una lúcida meditación, a través de un poeta y una ciudad, sobre el sentido de toda una época.
El año de la muerte de Ricardo Reis reúne los mejores atributos de la narrativa de Saramago (el narrador entrometido, la ironía sutil, el ritmo constante, las sorpresas lingüísticas, la inteligencia crítica...).
El año de la muerte... tiene obviamente una carga crítica y un mensaje político claro, pero que en ningún momento se impone ni al texto ni al lector; es, sobre todo, el retrato de una época, los años 30 del siglo XX, y de una ciudad, Lisboa, a través de los ojos de un personaje desencantado y desubicado.

Fernando Pessoa solía escribir utilizando heterónimos, que son personajes inventados por un autor para atribuirle parte de su producción. Pessoa creó más de 70 heterónimos y uno de ellos es Ricardo Reis, al que el portugués le creó una vida con fecha de nacimiento, pero sin año de muerte, de ahí a que Saramago titule así a la obra, que nos narra el regreso de Reis a Portugal al enterarse del deceso de Pessoa, su creador.

La novela en sí narra la rutina de Ricardo Reis en Lisboa tras llegar en barco desde Brasil, adonde se había exiliado tras la instauración de la República en Portugal (Reis es monárquico) pero la magia de Saramago logra que esa rutina esté llena de pensamientos profundos que revelan el interior de Ricardo Reis (o de cualquier ser humano) y nos lleva una vez más a la conclusión de que el Premio Nobel cuenta como pocos los sentimientos que nos invaden en este andar incomprensible al que llamamos vida. La rutina al mismo tiempo empieza a ser salpicada de lecturas de periódicos que sirven para contarnos lo que pasa en ese mundo actual y lo que ocurre es la instauración de la dictadura de Salazar y la Guerra Civil en España que busca “traer la prosperidad” y “eliminar a los rojos comunistas”

Resulta más que interesante ver cómo el autor, de claras ideas progresistas y de izquierdas, logra sin embargo que sus personajes (Ricardo Reis, el dueño del hotel en el que se aloja, la iglesia, los políticos, los autoexiliados españoles a Portugal) piensen como gente de derechas, aunque por supuesto quienes lo leímos tanto no podemos menos que disfrutar de la ácida ironía que aparece en cada línea.

A la lectura de los diarios y a las caminatas por Lisboa (a través de las cuales cuenta la ciudad), que incluyen una visita al cementerio para ver la tumba de Pessoa, se le suman algunos escarceos amorosos que amplían el abanico de sentimientos que explicar, como los que tiene con Lidia, empleada del hotel y que representa a la clase baja (pero que no por eso deja de tener pensamientos fabulosos), o Marcenda, hija de un “hombre de bien” y también huésped del hotel, extremos sociales que no obstante tienen en común el amor en relación a Ricardo Reis.

Y extremos sociales que harán que Saramago nos haga ver el mundo aquél en el que las dictaduras fascistas ganaban terreno a gran velocidad y hacían saber a todos, a través de los periódicos que Reis lee, que una nueva era de progreso estaba naciendo mientras la pobreza que no es noticia se deja ver en las calles que nuestro personaje recorre.

Cabe destacar el papel del espacio físico del Hotel Bragança en la novela. Es realmente interesante cómo un comedor de hotel puede ser un micro mundo a través del cual se vea el exterior o el recorte que se hace de él.

Pero lo más importante de la novela, sin lugar a dudas, son los encuentros esporádicos que Ricardo Reis tiene con el fantasma de Fernando Pessoa, fabulosos idas y vueltas en los que la lucidez de los tres (Reis, Pessoa y Saramago) se hace presente en cada palabra, a través de diálogos sobre todo y sobre nada que nos resultarán difíciles de olvidar. Ambos se necesitan, uno no puede existir sin el otro, y en esos encuentros sale lo mejor de cada uno. No por nada Ricardo Reis se pasa toda la novela tratando de leer y se duerme, tratando de crear y no puede… Pessoa ya no está para darle lo que le falta a su heterónimo.

Así, El año de la muerte de Ricardo Reis, es la más completa, profunda e interesante de José Saramago.

Edición Tapa Blanda, 383 páginas.
Dimensiones : 12,5 x 2 x 20 cms.

Envíos a nivel nacional a cargo del comprador, a través de ZOOM, MRW, Tealca u otro a convenir...

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